Desde tiempos bíblicos, la mujer ha sido la espina dorsal de la humanidad. Su figura está presente tanto en las grandes empresas de las civilizaciones, como en el trabajo tesonero y silencioso de cada día.
Reivindicamos a la mujer, no solo en su día, sino a diario y en la plenitud de la palabra.
Especialmente dedicamos nuestra reivindicación para las que fueron y son docentes. Podemos afirmar, casi sin temor a equivocarnos, que la escuela argentina fue forjada por mujeres que se dedicaron sin reservas ni medidas, no solo a la educación, sino al crecimiento de la Patria en sus más difíciles etapas.
Hoy, ya bien entrado el siglo XXI, debemos seguir luchando para lograr la verdadera significación de la mujer, deuda permanente de muchos gobiernos…
Acostumbrados a neutralizar las descalificaciones, muchas veces no advertimos el maltrato hacia la mujer. Aún hoy asistimos a verdaderos actos de barbarie, indignos para cualquier ciudadano: mujeres golpeadas, quemadas, niñas y jóvenes víctimas de la trata y la prostitución…pero hay otras formas más “disimuladas” pero no por ello menos violentas: la desvalorización del trabajo y el salario indigno.
Desde la ATECH nos enorgullece decir que hemos luchado por lograr para la mujer y su acto más sublime: la maternidad, beneficios como la prolongación del permiso para el período de lactancia, y la licencia misma por maternidad. Derechos inalienables que debieron ser reconocidos genuinamente por quienes tienen la responsabilidad de gobernar en todos sus sentidos. Sin embargo, debemos luchar a diario para lograr reivindicaciones tan elementales en una sociedad y en un Estado que se precia de ser un adalid en derechos humanos. También es un derecho humano, o mejor dicho el más humano de los derechos, dignificar a la mujer en la plenitud de su género y su esencia.
Reivindicamos a todas nuestras colegas que se entregan en los más inhóspitos rincones de nuestra Provincia para enseñar a leer y escribir, y las reivindicamos doblemente en este momento particularmente, en el que el gobierno intenta poner en dudas nuestra honorabilidad, nuestra dedicación, nuestro esfuerzo, nuestra auténtica lucha por lograr un salario que nos permita vivir con dignidad, aunque para algunos funcionarios, la palabra “dignidad” significa ostentación, vagancia, inconformismo, queja…
Como mujer me identifico con todas y cada una de las colegas que día a día enfrentan la adversidad sin doblegarse y sin temores, sin miedo a las amenazas, sin miedo al soborno disfrazado de “presentismo” con el fin de obligarnos a abandonar nuestra familia o “prohibir” enfermarnos a cambio de la detestable “paga en negro” de cuatrocientos pesos.
Como docente una vez más expresamos a nuestras autoridades que, una sociedad nunca crece desde el temor, la amenaza o el autoritarismo, quien se precie de ser un auténtico gobernante, debe impregnarse del sentir del pueblo, y debe tener como premisa fundamental que el único valor que es digno de ser impuesto es la LIBERTAD, para que cada uno pueda realizar su proyecto de vida con dignidad, que por el hecho de ser seres humanos, nos corresponde y merecemos.
FELIZ DIA INTERNACIONAL A TODAS LAS MUJERES, Y UN ESPECIAL SALUDO A LAS COLEGAS DOCENTES.
ROSA MYRIAN PETROVICH –Secret. Gral. ATECH-
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