UTrE- CTERA exige al MECCyT se conforme un Consejo Provincial de Evaluación Educativa

Como contrapropuesta al Operativo de Evaluación anunciado para el 1 y 2 de junio

Durante más de diez años la escuela pública argentina sufrió el embate de un conjunto de políticas de signo neoliberal de las que aún quedan secuelas. Se puso en riesgo el pleno ejercicio del Derecho Social de Enseñar y Aprender. Sobre todo en lo que tenía que ver con garantizar la apropiación del conocimiento por parte de los sectores populares y el obsceno deterioro de las condiciones laborales del Trabajador de la Educación.

La Carpa Blanca de la Dignidad y los cientos de docentes ayunantes en más de 1000 días de resistencia impidieron la desaparición de la Escuela Pública. Luego de esa tenaz resistencia de la docencia organizada a lo largo y a lo ancho del país se generaron las condiciones para derogar la nefasta Ley Federal de Educación y, Ley de Financiamiento Educativo mediante, en cinco años incorporar más de 10.000 millones a los presupuestos educativos. El accionar de la CTERA permitió, de esa manera, que el Estado se convierta en el garante indelegable del Derecho Social a la Educación y generar un piso de recursos que compromete, como mínimo, al 6% del PBI.

A través de esas y otras normas legales se ha comenzado a desmontar el andamiaje neoliberal de los 90. Ha aumentado la inversión en educación y los salarios docentes salieron del congelamiento que habían sufrido durante doce años.

Por otra parte, dado que venimos de varias décadas de destrucción permanente y sistemática del sistema educativo, en un contexto donde se dañó seriamente la capacidad de intervención del Estado y en el cual aún subsisten altos índices de, es imprescindible acompañar este conjunto de políticas con medidas socioeducativas para sostener la escolarización de los sectores más vulnerables. Solo cuando se atiendan a todas estas variables, estaremos hablando seriamente de mejorar la calidad educativa.

Pensar en procesos educativos que sean eficaces en términos de apropiación de los conocimientos necesarios para cada etapa de escolarización, implica sostener políticas educativas que contemplen una gran cantidad de variables necesariamente entramadas en proceso de mutua interrelación.

No es posible hablar de “calidad educativa” sin pensar en políticas que atiendan simultáneamente a la construcción de edificios equipados para generar las condiciones de posibilidad del proceso de enseñanza y aprendizaje, con un número razonable de estudiantes por curso, dotados de un personal suficiente en cantidad y especificidad, que a su vez esté bien remunerado, plenamente identificado con la institución y que tenga garantizados procesos de formación permanente que posibiliten la reflexión sobre la propia práctica pedagógica para su mejoramiento.

Del mismo modo no es posible hablar de Evaluación de la Calidad Educativa teniendo solo al alumno como objeto de la misma en un análisis completamente descontextualizado. Y menos aún para ser usado a los efectos de culpabilizar al docente por las supuestas falencias de aprendizaje.

El Art 95 de la Nueva ley de Educación Nacional dice “Son objeto de información y evaluación las principales variables de funcionamiento del sistema tales como cobertura, repetición, deserción, egreso, promoción, sobre-edad, origen socioeconómico, inversiones y costos, los procesos y logros de aprendizaje, los proyectos y programas educativos, la formación y las prácticas de directivos y supervisores, las unidades escolares, los contextos socioculturales del aprendizaje y los propios métodos de evaluación”. Y en su Art. 96 plantea: “Asimismo, apoyará y facilitará la autoevaluación de las unidades educativas con la participación de los docentes y otros integrantes de la comunidad educativa”.
Sobre todos estos temas la CTERA ha trabajado y ha hecho propuestas; de hecho, muchas de sus propuestas históricas han sido incluidas en la Ley de Educación.

Así como la citada ley ha creado el Consejo Nacional de la Calidad Educativa, que en su artículo 98 establece la creación del consejo, en el ámbito del Ministerio de Educación, como órgano de asesoramiento especializado, con la participación de miembros de la comunidad académica y científica de reconocida trayectoria, representantes del CFE, del Congreso Nacional, de las organizaciones del trabajo y la producción, y de las organizaciones gremiales docentes. Para el Chaco, que fue una de las provincias más golpeadas por las políticas neoliberales en materia educativa, UTrE-CTERA solicita que se constituya en nuestra provincia un “Consejo Provincial de Evaluación Educativa” que permita establecer los criterios y elaborar los mecanismos e indicadores a tener en cuenta en la evaluación de la “calidad educativa” para terminar de revertir esa situación. Este Consejo deberá estar integrado no solo por los representantes del MECCyT sino también por todas las organizaciones del trabajo, de la producción, gremiales y demás representantes de la Comunidad Educativa.

No nos parece pertinente ocupar presupuesto y recursos humanos para administrar una prueba estandarizada. Lo urgente y necesario es precisamente construir criterios, instrumentos y dispositivos que permitan evaluar en que medida se cumplen las metas de la nueva ley de educación, se generan las condiciones materiales y simbólicas para la producción de los aprendizajes y se propician los mecanismos y las instancias que posibiliten evaluaciones institucionales que impacten en la revisión y la modificación de las prácticas pedagógicas así como también de las variables que obstaculizan el ejercicio pleno del derecho social a la Educación.

UTrE rechaza cualquier herramienta de medición lineal de la calidad educativa que propendan a desconocer el contexto socioeducativo, de salario y condiciones de trabajo en el cual se encuentra el desenvolvimiento de la educación provincial , esta mostrara las consecuencias de las innumerables falencias, de años de desinversión y desatención a la escuela pública las cuales no les corresponden asumir al trabajador de la educación en tanto desde UTrE proponemos la evaluación del sistema educativo ya que al final de un proceso los resultados dependen del funcionamiento del sistema y no de dos o tres variables como se intentara mostrar y reflejar con el resultado de dicha medición.

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