COORDINADORA DOCENTE EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN

COMUNICADO DE PRENSA

“2010 tiene que ser el Año del Aula”, importante e interesante definición política del Sr. Ministro de Educación aún si fuere una expresión que pudiere tildarse de “sacada de contexto”. Ni qué decir de la “necesidad imperiosa” de cumplir con los 180 días de clases como si ello asegurara la educación integral y correcta de los niños escondiendo las innumerables falencias históricas del sistema educativo. Desde la Coordinadora Docente esperamos el comienzo de comedores escolares funcionando a pleno, de escuelas que contengan a los alumnos y no lo excluyan, con docentes acompañados y amparados en sus funciones, con estabilidad laboral, con salarios acordes, con respeto conjunto, con asistencia integral, con establecimientos en condiciones, con ningún director que tengan que mendigar por lo indispensable, con becas que permitan a los alumnos asistir a la escuela a estudiar en lugar de trabajar o mendigar, con alumnos bien alimentados, con docentes comprometidos e identificados con su tarea, con salarios en término, con un sistema previsional que otorgue las garantías necesarias, etc. Estos y otros reclamos, no de ahora sino de “arrastre”, no desembocan ni se sintetizan en escuelas cerradas o abiertas, la calidad educativa no pasa por ello, por docentes presentes o no, la calidad se logra a través un conjunto de medidas que no se toman por diversos motivos ajenos a los intereses generales. Cuando pedimos respeto a las normas, respeto de los derechos de todos y cumplimiento de obligaciones, no estamos expresando buenos deseos sino la necesidad de que el estado asuma su rol como responsable de todo el sistema educativo y, por ende, de todos sus actores. Insistimos en la inversión como elemento disparador de las mejoras, pero correcta y equitativa. Y que nadie se confunda, no hablamos exclusivamente de salarios sino de todas las necesidades que tienen las escuelas y su comunidad educativa. La inversión permite avanzar en todos los aspectos, estructurales y formativos, en la capacitación del trabajador, en programas de contención escolar, en posibilidades ciertas de que el alumno, en primer lugar, pueda ir a la escuela y una vez en ella adquirir los conocimientos necesarios. Así como se expresa que “sin el docente en la escuela no hay educación posible” “sin el alumno también es imposible educar”. Y esto es una reflexión necesaria, no existen políticas efectivas - a las pruebas nos remitimos - de contención del alumno en la escuela. El facilismo de responsabilizar al docente es triste. Los establecimientos escolares han perdido y pierden en forma constante matrícula producto de la realidad socio económica en la que se vive y por el “desentenderse” constante de ciertos estamentos del estado más preocupados en la demagogia que en la educación. Pensar que este “abandono” y la “baja calidad educativa” a la que aducen se debe a los paros es mirar el árbol que tapa al bosque. Ningún docente quiere la escuela cerrada pero también es cierto que los logros laborales y del conjunto se adquieren a través de la lucha cuando el diálogo finalizó. La premisa no es, de ninguna manera, hacer paros. Lo utilizamos en la medida justa, en reclamo de nuestros derechos demostrando unidad en pos del objetivo. Entendemos que el Sr. Ministro posee las mejores intenciones como así también choca con la realidad de una provincia pobre sumida en una crisis importante. Pero ello no significa olvidar derechos, deberes, obligaciones, la historia de lucha y la militancia puesta al servicio del reclamo docente. La lamentable e innecesaria decisión de presionar a través de descuento salarial no mejora la situación, eso ya está demostrado, muy por el contrario, nos obliga a seguir reclamando lo justo con más convencimiento que antes. Es más, pareciera una reacción espasmódica ante la impotencia de encontrar caminos de consenso. Reconocemos como muy importante la reactivación por parte de este ministerio de las comisiones de trabajo. Mantenemos nuestra predisposición a buscar soluciones pero con la firmeza de nuestras convicciones en defensa de los trabajadores y de todo el sistema educativo. Asimismo reconocemos que las intenciones pueden ser buenas pero que lo concreto aún esta distante. Finalizamos manteniendo el compromiso irrestricto con el diálogo como elemento superador sin renegar de la lucha por nuestras necesidades y derechos.

NORBERTO JOSE PIÑERO
SECRETARIO GENERAL A.M.E.T.
COORDINADORA DOCENTE